Matute emociona en Madrid

La emoción se palpaba desde las horas previas al concierto, algunos que no lo conocían no sabían con lo que se iban a encontrar -llevados por sus amigos o por sus parejas-. Lo cierto es que desde los primeros acordes el grupo mexicano Matute no sólo dejó una buena impresión, sino que se metió al respetable al bolsillo. Cantaron, bailaron, disfrutaron y salieron afónicos. Un espectáculo simplemente vibrante con derroche de energía contagiante.
El escenario fue la Sala del Movistar Arena abarrotado, la expectación era máxima y la espera se hacía inquietante. Las luces se apagaron y se iluminó el escenario, podíamos visualizar a los integrantes que el año pasado los vimos actuar entre ellos a su director Jorge DAlessio con quien conversamos para la entrevista que publicamos en la edición de febrero.
Como suelen hacer en sus grandes presentaciones, traen consigo un show de luces espectaculares, que anima al publico a jalearles, comienza el concierto y los sonidos se disparan mientras sus seguidores se ponen a cien. Un recorrido musical de recuerdos y nostálgicas melodías desde principio a fin de los inmortales años 80´.
Suenan himnos de Miguel Ríos, Juan Gabriel, Miguel Mateos, Enanitos Verdes, Raphael, Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, Luis Miguel, Juan Luis Guerra, Roxette, Opus, etc., que hicieron las delicias de su publico que cantó, bailó y disfruto con cada una de las interpretaciones.
Matute en el escenario totalmente entregado, es algo que sólo se puede percibir en los directos, sin dejar de lanzar clásico tras clásico, en medio de luces increíbles y unas bien trabajadas coreografías por toda la banda, emocionando hasta las lágrimas a más de uno que sintió volver al pasado, un ayer veinteañero o quinceañero según le haya tocado el corazón con cada tema. Una vuelta al maravilloso pasado musical que ha marcado a toda una generación que ha dado muestra de sed por volver a disfrutar con inolvidables éxitos que marcaron una época.
Este “combo mexicano” trae consigo un don especial, el cual agradecen debidamente a Dios durante el concierto, para pasar desde el rock an roll, atravesando por el pop más rítmico hasta terminar en la cumbia más sabrosa y bailable.
“Vernos en directo es un desmadre muy chingón” y así ha sido, hipnótico y mágico. Antes de terminar, todos tienen instrumentos de percusiones en sus manos o colgados (tambores, redoblantes, cencerros, panderetas) se posesionan en línea casi al borde del escenario. Ejecuta el baterista un solo increíble y luego es acompañado por sus compañeros en magnificas interpretaciones de canciones que se encuentran alojadas en el imaginario colectivo de todos los fanáticos de aquella década tan gloriosa para la música.
Volver a ver a Matute encima del escenario en directo, es una experiencia simplemente deliciosa, que cualquier fanático de himnos atemporales, debe vivir en primera persona. Emocionado hasta las lágrimas Jorge DAlesio agradeció tanto cariño mientras cogía una bandera de México y la besaban. Nos retiramos con el rum, rum de los estribillos sonando aún en nuestras cabezas identificando a los 80´ con Matute.