Carolina Elías sobre el Reglamento de la Ley de Extranjería: “No va a tener el alcance del que se habla”
El Gobierno español presentó la reforma del Reglamento de Extranjería como un avance para las personas migrantes que incluye la reducción de plazos o las figuras de arraigo para poder regularizarse. Sin embargo, se trata de un “parche”, señala Carolina Elías, concejala del ayuntamiento de Madrid.
Por: Juan Carlos Saire Arenas
Uno de los puntos que el Gobierno ha resaltado en la reforma del Reglamento de Extranjería es la disminución de la
solicitud por arraigo, la que más se utiliza, que pasa de 3 a 2 años el tiempo necesario de permanencia en España para poder solicitarlo, y se habilita a trabajar a todas las personas extranjeras que sean titulares de una autorización de residencia temporal por arraigo.
También se han definido cinco casos de arraigo que son: arraigo de segunda oportunidad, sociolaboral, social, socioformativo y familiar.
El arraigo de segunda oportunidad es para las personas que tuvieron una autorización de residencia y por alguna razón no pudieron renovarla. El arraigo sociolaboral, exige que el solicitante tenga un contrato de trabajo en las mismas condiciones que las autorizaciones de residencia inicial y trabajo por cuenta ajena.
Respecto del arraigo social, podrán acceder a él aquellas personas extranjeras que tengan vínculos familiares en España o que puedan justificar que están integradas en la sociedad española a través de un informe de la Comunidad autónoma correspondiente. A su vez, se mantiene el arraigo por formación, que pasa a denominarse arraigo socioformativo. Se permite acceder a este arraigo a aquellas personas que ya están cursando o que están matriculadas en algunas formaciones en aras de fomentar su integración.
En cuanto, al arraigo familiar se limita únicamente, a los progenitores de ciudadanos de otro Estado miembro de la Unión Europea y Espacio Económico Europeo y Suiza, la autorización de residencia para progenitores de menores de edad de nacionalidad española.
España puede y debe hacer más
Sobre las personas que solicitan el asilo y deseen acogerse a algunas de las vías de arraigo, señala el reglamento, deberán desistir previamente o ver denegada su solicitud. Esto significa que, para regularizar su situación administrativa deben renunciar al procedimiento de protección internacional. Y por si fuera poco se les obliga a permanecer en situación irregular al menos seis meses inmediatamente anteriores a la presentación de la solicitud y podrán acogerse a esta posibilidad solo en los doce meses siguientes a la entrada en vigor del reglamento, es decir tiene carácter transitorio.
Sobre estos puntos señala Carolina Elías de Más Madrid: “Las reformas al reglamento me parecen positivas porque van a poder beneficiar a algunas personas que en este momento se encuentran en una situación irregular. No obstante, parece un cierto parche, porque de alguna manera sigue vinculando la regularización a tener un contrato de trajo y estar empadronado mínimo dos años, y estos son los principales problemas que tenemos para poder iniciar los procesos de regularización. Además, todavía se está esperando que se desarrollen estas reformas y se explique exactamente cuáles son los requisitos del contrato de trabajo: salario, horarios, etc, y todos estos detalles lleva a seguir sin solucionar el problema de la regularización”, señala.
Para la concejala del ayuntamiento de Madrid, la reforma se ha dejado fuera a las solicitantes de asilo y las 300 mil personas que dicen desde el Gobierno se van a beneficiar anualmente con la regularización “son cifras infladas”.
La solución más adecuada para la regularización explica Elías, es aprobar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) Regularización Ya que se encuentra en el Congreso de los Diputados y que ha sido apoyada por una gran parte de la
sociedad española. “La ILP plantea una solución más integral porque no está sujeta a tener un contrato de trabajo o empadronamiento para obtener un permiso de residencia y trabajo.”
La abogada de origen salvadoreño afirma que la reforma del reglamento de extranjería es “utilitarista” ya que en España se quiere a las personas migrantes “solo para que trabajen”. “¿Qué pasa con las personas migradas que tienen alguna discapacidad y no pueden trabajar o que han desarrollado alguna enfermedad con posterioridad?, quedan fuera del reglamento”, subraya.
El informe que dio a conocer Cáritas donde señalan que solo en 2023 atendieron a 75 mil personas que no tenían ningún tipo de documento, dice Elías, es una muestra que estas personas no serán beneficiadas con la regularización que plantea el Gobierno, por eso, aunque es positivo “no va a tener el alcance del que se habla ni soluciona todos los problemas de regularización que necesita España.
“Los políticos de la derecha y la ultraderecha criminalizan a la migración con el objetivo de mantenerlos irregulares para poder aprovechar esa mano de obra, explotarles sin darles derechos”, asegura.
Otros puntos del reglamento
En el caso de cónyuges de españoles ya no se exigirá estar casados o ser pareja de hecho para regular su situación, sino se acepta ser “pareja estable”. Para los hijos la edad aumenta hasta los 26 años. La norma facilitará que los estudiantes puedan pasar de una autorización de estancia de estudios a un permiso de residencia y trabajo. Esto no aplicará a los estudiantes que hayan llegado a España con una beca o subvenciones de entidades o programas de cooperación.
Esta reforma, sin embargo, afectará a mujeres y niñas solicitantes de asilo porque las deja expuestas a situaciones de explotación laboral, trata de personas y violencia de género.